1- La Ley y la Promesa
Son la base y fundamento del espíritu scout.
Toda persona necesita un ideario de vida, un ideal, un horizonte hacia el que caminar, que define un estilo de vida. En el escultismo esto se concretiza en unos principios que llamamos La Ley (es importante no tomar este término en sentido jurídico, sino como declaración de principios y un código de conducta).
La forma de hacer propios los principios es comprometerse a cumplirlos. El compromiso en el escultismo es público y se realiza a través de la Promesa. Compromiso y responsabilidad son los motores de nuestro estilo de vida.
En la Promesa se ponen de manifiesto además unos compromisos fundamentales que cada scout asume de manera personal y que son:
- Un Compromiso Social: supone el participar en el desarrollo de la sociedad, dentro del respeto a la dignidad de la persona, el fomento de la paz, la comprensión y la cooperación entre los pueblos a nivel local, nacional e internacional, y el respeto a la integridad de la Naturaleza.
- Un Compromiso Espiritual: que implica tomar conciencia de la vertiente espiritual de la vida. Si adopta una creencia concreta, el scout la asume consecuentemente y la pone en práctica en su día a día.
- Un Compromiso Personal: para convertirse en el artífice y protagonista de su propio crecimiento, desarrollando la capacidad crítica y un sentido personal de responsabilidad y autoexigencia.