A lo largo de nuestros veinte años de historia hemos vivido momentos fantásticos, pero también ha habido momentos tristes. Quizás el más duro fue cuando María nos dejó.

 

Para un scout el mejor momento del año es el campamento. Ella se ha ido ya al ETERNO CAMPAMENTO y allí nos espera, porque al igual que cuando nos despedimos decimos:

 

 

Que no nos separemos, no,

que un mismo corazón 

nos une en apretado lazo

y nunca dice adiós.

 

 

También formamos parte de la hermandad scout aquí y donde ella se encuentra.