Cuando vengas ante Dios por la oración,

sea tu pensamiento como la hormiga,

como el gusano,

como un niño balbuciente.

No digas, ante Él,

nada que pretendas saber.

Acércate a Dios con un corazón de niño.

Ponte ante Él para recibir esa solicitud

con que los padres velan sobre sus hijos pequeños.

(Isaac el Sirio, S. VII)

Muchas veces ta habrás encontrado con el problema de tener que preparar una oración y no sabes cómo arreglártelas. Pues bien: en la página web de la Comunidad de Taizé tienes un esquema que te puede servir. 

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